domingo, marzo 26, 2023
Vertiente Crítica

La parte que no se ve

       Por motivos circunstanciales me encuentro en Londres, quizá una gran competidora para ser la capital europea de la frivolidad. Entre el incesante bullicio financiero de la ciudad callejean numerosos sujetos cuyas ideologías no son sino una sola, agregados que confluyen en el inexorable camino del consumo. De alguna forma, mística si se quiere, se conectan a través de fantasías colectivas. “Los medios de comunicación”, mediante los cuales se comunican esas fantasías, conforman un concepto demasiado amplio como para ser reducidos a la televisión y a los periódicos.

Patio civil, cementerio de San Rafael, Málaga, 2009. 70 años después del fin de la Guerra Civil, Luc Delahaye fotografió la exhumación forense de una fosa común con cuerpos de prisioneros republicanos ejecutados. Fotografía cortesía del Centro Wilson de Fotografía, Londres.

Patio civil, cementerio de San Rafael, Málaga, 2009. 70 años después del fin de la Guerra Civil, Luc Delahaye fotografió la exhumación forense de una fosa común con cuerpos de prisioneros republicanos ejecutados. Fotografía cortesía del Centro Wilson de Fotografía, Londres.

     La posmodernidad, insertada de lleno en la ideología, predica haber acabado con todo rastro de ella. Londres, esta ciudad tan cínica, a pesar de todo cuenta con una innegable riqueza también en oferta cultural. Puedes consumir una gran cantidad de productos culturales, no siempre pagando. En uno de los no gratuitos, una exposición fotográfica de los conflictos bélicos del siglo XX, incluso en cierta forma se hace política. Al doblar una de las esquinas, una gigantesca imagen aguarda impactante con su deslumbrante color ceniza; es una fosa común de Málaga abierta con los restos de republicanos de la guerra civil española. Entre los huesos mezclados de quienes fueron enterrados como perros se pueden leer las posturas de lo que fueron sus cuerpos, la manera en que han guardado quietud hasta volver a ser sacados a la luz. Un símbolo de la injusticia como éste, acompañado de muchos otros en esta exposición, en este lugar que no deja de ser un símbolo de poder. Tan poderosa es la ideología neoliberal en este lugar que se puede permitir que desde el ámbito estético de vez en cuando se haga “política”. ¿Se exhiben imágenes trágicas sobre la miseria humana para que los consumidores simplemente las miren de refilón mientras contestan a un WhatsApp? Se supone que hay cierto compromiso por retorcer conciencias y entrañas en todo ello.

       Aquí, desde donde tanto se predica con las libertades individuales, se consiente el compromiso contra la injusticia siempre y cuando no sean injusticias actuales y no se trate de un compromiso que lleve a la acción. Aquellos que luchan contra la dictadura del tiempo y la tiranía de oligarcas son envueltos por una solemne aura cuando no se puede hacer nada por -y con- ellos. ¿Han quedado, entonces, envejecidas las ideologías al insertarse en el mercado actual como meras piezas de museo como dijese Ernst Bloch? ¿Dónde queda la función social del arte en una sociedad cuyo funcionamiento depende del consumo?

Guerra de las Malvinas. Durante el mandato como primera ministra de Margaret Thatcher.

Guerra de las Malvinas. Durante el mandato como primera ministra de Margaret Thatcher.

       El fin de la Historia y el dogma TINA thatcheriano que ya no se cree nadie, anunciaban que se dejaban atrás las luchas de poder y los combates a vida o muerte (en “Occidente”, claro está), que con la democracia liberal se terminaban los autoritarismos. En este sistema hay que vivir rápido y transgredir todo límite ético y estético, porque el ritmo es frenético y el mundo seguramente acabe con alguno de los Apocalipsis comunicados por los diversos y poderosos medios. Si no se investigan las causas de las cosas y -sobre todo las cosas importantes- son percibidas como fenómenos meteorológicos, no hay lugar para la conciencia histórica ni mucho menos para enfrentarse al poder del que dependen tales acontecimientos. No está tan claro que con el fascismo muriese el autoritarismo; podría pensarse que ni siquiera está claro que el fascismo haya muerto. Ambiguamente se tiene conciencia de que las guerras son declaradas por poderes políticos y económicos que, obviamente, luchan por proteger sus intereses, pero todo eso suena muy lejano en espacio y tiempo para la perversa ideología posmoderna. Los antagonismos simplemente pertenecen al pasado.

Jacques Rancière (Argel, 1940) es un filósofo francés, profesor de política y de estética, hoy emérito de la Universidad de Paris VIII y European Graduate School.

Jacques Rancière (Argel, 1940) es un filósofo francés, profesor de política y de estética, hoy emérito de la Universidad de Paris VIII y European Graduate School.

Sin embargo, se puede tener todo muy bien atado pero la hegemonía no está garantizada ad infinitum. Atravesados por el tiempo, además de herederos del pasado somos inventores del futuro, pero para contribuir a que éste sea mejor (con respecto a lo común, a lo que compartimos) es necesario echar mano de los frenos de emergencia del tempo acelerado de nuestras vidas y pensar qué camino trazar. Las líneas que separan lo individual de lo colectivo no son rojas ni están tan bien definidas como a veces resulta cómodo pensar. Pensar en el colectivo se aleja del onanismo intelectual al que nos acostumbramos en los espacios académicos. No podemos esperar estúpidamente a que quienes más poder detentan decidan por sí mismos hacer un buen reparto del mismo; por lo que al resto nos queda decidir si nos mantenemos indiferentes al respecto de este reparto de poder y meramente nos dedicamos a seguir su lógica (en la que cabe espacio para sobrecogerse con imágenes desgarradoras pero no para comprometerse realmente) o si, por el contrario, sólo jugamos en la medida en que no podemos alienarnos por completo de la sociedad en la que vivimos, pero con el convencimiento de que se debe tomar partido. Si no nos posicionamos en ninguna parte que sea porque hacemos un juego de palabras con Rancière y estamos de parte de los sin-parte.

Autor/a

Fundadora y editora de El Rincón de Pensar. Licenciada en Filosofía por la Universidad de Valencia. Realizó un máster en pensamiento filosófico contemporáneo con investigación en el trabajo final acerca de Slavoj Zizek. Máster en educación secundaria. Actual y precariamente dedicada al nomadismo.

Leave A Response