Propaganda y medios de comunicación
En la base de los postulados democráticos está establecido que los medios de comunicación deben ser libres y alejados de toda injerencia externa que los quiera determinar. La censura, tan característica en sociedades de carácter totalitario, no se tendría que dar en sociedades que se dicen democráticas y que, por ello, respetan teóricamente la pluralidad. Sin embargo, establecidos en el contexto español, hace pocos días hemos asistido a una nueva incursión del poder político respecto a eso que conocemos como “cuarto poder”, a saber, los medios de comunicación. El periodista Jesús Cintora ha sido destituido del programa que dirigía y presentaba cuando éste había casi duplicado su audiencia desde que él mismo se hizo cargo. Pero no ha sido el único en esta legislatura. Le precedieron los directores de los periódicos de El País, El Mundo y La Vanguardia. A este respecto, ¿podemos hablar de manera efectiva de un respeto de la libertad de los medios de comunicación?
Este artículo va a tratar de explicar el Modelo de Propaganda establecido por los autores N. Chomsky y E. Herman su libro Los guardianes de la libertad. Para los mismos, en las noticias establecidas por los medios de comunicación hay un “sistema de mercado” establecido por las élites políticas y los propietarios de los medios. El fin es llevar a cabo actividades propagandísticas –aunque sea de manera implícita- para mantener latente el status quo capitalista que tan asentado está en nuestras sociedades. Para analizar este fenómeno de control, Chomsky y Herman nos van a hablar de cinco filtros que explican cómo los medios de comunicación funcionan bajo una lógica de propaganda. Dicho modelo de propaganda rige el denominado mercado de la comunicación en el que “poder y dinero seleccionan las informaciones para la publicación, marginando la disidencia y permitiendo a los mensajes del gobierno y de intereses privados llegar al público”[1]. Veamos, pues, los filtros establecidos por estos dos autores.
1- Magnitud, propiedad y orientación de los beneficios de los medios de comunicación

La propaganda se ha impuesto, a través de los medios de comunicación, para impulsar el beneficio de determinadas empresas
Si bien es cierto que durante el siglo XIX había prensa que defendía los intereses de la clase trabajadora, esta situación empieza a cambiar más pronto que tarde. Así, los gobiernos establecidos empezaron a fijar impuestos altísimos para las publicaciones, de modo que las mismas se vieron bastante reducidas. Hoy en día, sin embargo, la situación se ha radicalizado y los medios de comunicación están completamente estratificados y jerarquizados en manos de grandes compañías quienes “con el gobierno y las agencias de prensa, determinan el orden del día en materia de información y produciendo la mayor parte de la información dirigida a estratos inferiores o al público”[2]. Los ejemplos son más que claros. En el caso de España, existen algunos grandes imperios mediáticos: La Sexta, Antena 3, La Razón y Grupo Planeta todos propiedad de un mismo dueño; del mismo modo que las cadenas de televisión Telecinco y Cuatro.
Dado este monopolio informativo, ¿podemos realmente hablar de pluralidad en la información?
2-La regulación de la publicidad
Cada vez más los medios de comunicación tienen que conseguir espacios publicitarios que les proporcionen un ingreso extra para así poder hacer frente a los costos de producción. Sin esta medida, los periódicos, las cadenas de televisión y las radios serían económicamente inviables ya que el precio de su producción se dispararía. De este modo empezará a establecerse una relación de competencia entre los distintos medios de comunicación por acaparar la publicidad más valorada. Sin embargo, aquellos medios de comunicación que no sean favorables a la lógica del mercado serán discriminados de manera directa. Este hecho se ejemplifica de manera muy clara, por ejemplo, cuando el Banco Santander compra las portadas de los principales diarios españoles el día 27 de enero del 2015. ¿Acaso se han visto muchas críticas al banco Santander en esos diarios? ¿O a la tomadura de pelo judicial denominada “doctrina Botín”?

Wikileaks fue un gran impacto para el status quo de los medios de comunicación que se consideraban democráticos.
3-Las fuentes que suministran las noticias.
Los medios de comunicación necesitan siempre de fuentes que los nutran de noticias, ya que no pueden enviar sus corresponsales a todas las partes del mundo por el excesivo coste que supondría. Es por ello que, por un lado, comprarán las noticias a una de las tres agencias de prensa más importantes que existen en todo el mundo –France Presse, Reuters o EFE-; por el otro, se concentrarán en los epicentros informativos, como el Palacio de Congresos, que es donde más control hay de la información. Así las cosas, las fuentes de información utilizarán la dependencia informativa de los mismos medios para dar la información según sus intereses.
4- Mecanismos de presión para reforzar la opinión.
Vienen referidos a los métodos llevados a cabo para cercenar la información. Son los denominados cortafuegos de las noticias que no van a interesar al poder establecido. Aquí encontramos todo tipo de presiones que desde las distintas élites se llevan a cabo para que determinadas informaciones no se traduzcan en noticia porque no interesan, o si se llegan a publicar que se haga de una determinada manera para que, lo que en seria inasumible se torne como justificable. Véase el accidente sufrido por el antiguo Rey en España mientras cazaba en Botsuana y por el que se tuvo que fletar un avión que lo trajera de vuelta para ser operado de la cadera; todo ello durante la misma semana en la España iba ser rescatada por las instituciones europeas y el FMI al no poder hacer frente al vencimiento de la deuda.
5- La estrategia del miedo
Si durante la guerra fría era el fantasma del comunismo el que unificaba las voluntades americanas entorno a un enemigo común, después de la desaparición de la URSS y ya pasados los años 90, el nexo de unión significativa empieza a girar
entorno a la guerra contra el terrorismo. Un filtro ideológico que va a servir de unión entre los ciudadanos de una misma comunidad a lo largo de todo occidente, especialmente Estados Unidos y Europa. Así, sintiéndose unidos en el odio a aquello que desconocen y que queda fuera, los ciudadanos dejan de ver los problemas que existen dentro de su propio país y que son responsabilidad de la clase dirigente.
Con todo, vemos cómo los medios de comunicación tienen un serio control desde diferentes ámbitos que les impedirán ser, como tantas veces se afirma, plenamente libres. Las líneas editoriales, independientemente del tinte ideológico que profesen, se podrán ver forzadas a cambiar una noticia o simplemente a no publicarla porque a las altas esferas no interesa. Ante tal panorama solo cabe, aunque sea de manera utópica, que la dignidad de los verdaderos periodistas no se doblegue y sigan buscando la noticia que de verdad importa, le pese a quien le pese.
[1] Chomsky y Herman, 2008, Los guardianes de la libertad, trad. Carmen Castells, Austral, p. 26
[2] Idem, p. 30